Mi mañana empezaba particularmente rara. Venía con un humor alterado del día anterior y se había enfurecido durante una corta noche de sueño interrumpido. Pero gracias a la risa pude remontarlo y después de pasar unos minutos a carcajadas me sentía con energía renovada.
Hay cosas que nos hacen sentir bien y cada uno debe tener su receta para afrontar esos momentos de aura negra.. Son objetos, anécdotas, personas, siutaciones que liberan en pequeñas risitas pulsiones reprimidas vaya uno a saber por qué.
No quiero explicar qué es lo que cambió radicalmente mi humor por el simple hecho de que al explicarlo sonará tonto a los oídos y a la razón de cualquiera que no haya estado presente en ese entonces. Pero lo que sí quiero es agradecer a la risa por existir y a cada uno de nosotros que nos movemos por ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario